Historia Natural

SOBRE LA ARTISTA

Otilia Heimat asistió al Colegio Nacional de Niñas y a la Escuela de Bellas Artes de Asunción.

Trabaja en un proyecto de larga duración centrado en la exploración de la historia del Paraguay. La primera parte del proyecto consiste en dos blogs, uno en castellano y otro en inglés en torno a las concubinas de dictadores tomando como punto de partida su propia experiencia como tal. En la versión castellana hay dos ramas: la entrada diaria, y la sección Historias Lentas.

La versión inglesa toca el vivir afuera. La decisión de hacerlo en dos lenguas se da en repuesta a la experiencia del exilio. La intención es alzar 1829 entradas que es equivalente a las semanas de los 35 años que duró la más reciente dictadura en Paraguay.

Los Relatos de Otilia Heimat


Se inauguró el viernes 27 de mayo, a las 19 horas en la Sala Olga Blinder.

Esta exposición de Otilia Heimat presenta una serie de dibujos que viene realizando desde el año 2013, en su intención de alcanzar 1829, uno por cada semana que duró la dictadura de Stroessner en Paraguay.


SOBRE LA MUESTRA

La memoria y el silencio en Otilia Heimat, fragmento del texto de Lia Colombino

…///  La línea narrativa –la línea que demarca, que ilustra, que raya- nos lleva desde ese inicio a adentrarnos en una mirada. Es la mirada de una vida que no parece ser protagonista sino testigo. Cuando lo que se ha vivido resulta terrible, es mejor que la piel se aparte, ver todo desde una distancia que salva.

La línea de Otilia, su relato, trabaja, además el silencio, el fragmento, la fractura.¿Dónde en el tiempo del relato se ubica tal o cual pasaje? ¿Ocurrió antes o después? ¿Ocurrió de veras o se ha soñado? ¿Le ocurrió a Otilia o es la hermana?

En ese silenciohay una sensación de algo que no acaba, un silencio que se parece a las largas siestas o al sonido persistente de las cigarras en enero.


OTRO TEXTO SOBRE LA MUESTRA

Consciencia Botánica

Por Damián Cabrera

Un decir sobre y apartir de HISTORIA NATURAL. Los relatos de Otilia Heimat

 Avanzar por el mundo con su instrumental estéril es un sueño de la ciencia: aislar sus objetos para mirarlos con distancia, preservándolos de contaminación por agentes externos; incluido en esta categoría al propio observador, y su sentir. Sin embargo, acaso seducida por los despliegues de belleza de la metáfora –o porque no es difícil constatar que el lenguaje no puede ser expurgado de ella– no pocas veces la ciencia ha abandonado su pretendida asepsia, y ha sucumbido a conocer el mundo nombrandolo que recoge con la mirada a través de signos embebidos en lo subjetivo y lo poético.

Dicha distancia es un invento cuya evolución puede ser periodizada: ha sido propuesta y perfeccionada a lo largodel tiempo, y su empleo ha dado frutos. Pero partiendo de hilos dispersos en dirección anterior, es posible encontrar la interferencia de la belleza en la descripción del mundo: he ahí el Poema dela naturaleza de Parménides (a finales del siglo VI antes de Cristo); ya proximando estos hilos en fechas mucho más cercanas al presente, el nombrar de fenómenos cosmológicos del físico John Archibald Wheeler (1911-2008) con sus agujeros negros y sus agujeros de gusano; y, cómo no, las ilustraciones botánicas y zoológicas que, con trazos sofisticados –a veces estilizados–, recrean la naturaleza al servicio de la ciencia: para que losojos de los estudiosos puedan identificar lo que buscan y observan.

Decires artísticos han recurrido, en ocasiones, a esa insospechada belleza elaborada por el hacer científico en su explicación del mundo, para dar forma a una experiencia y permitir hacerla sensible. El muestrario botánico de Otilia Heimat apela a esa apariencia: hay deleite en las líneas delicadas de sus dibujos, sublimes. Precisamente, como una botánica, Otilia Heimat nos comparte un embeleso por la variedad de hojas y pétalos; como aquéllos disecados que alguna vez hojeaste en un herbario. Con pasión y espíritu lúdico, nos transfiere un cuidado de las plantas. Pero en los pies de la imagen, el texto no expone nomenclaturas (la binomial científica o los nombres comunes), sino relatos de niñas, de siestas, de tías y de militares. No lastimes los geranios, Otilia. La opción naturalista de Otilia –el trazo desnudo– se encuentra precisamente en esos pies: sirven de contrapunto para esa belleza superior, y cuya oscuridad te ruboriza.

No lastimes los geranios.

Las flores son órganos sexuales, te hanenseñado. Cortar la flor, exponerla y disecarla es un acto violento si sepiensa con analogías: si se pasa de un reino a otro: de vegetal a animal; si selee el relato de Otilia, se reconoce que la extirpación ha pasado por más deuna familia, por más de una persona, al menos por dos. Quién es la que narra,quién es la hermana. ¿Vela acaso esa tercera persona una primera en proyección,desviando los contenidos amenazantes? No comprendés: éste no es un mecanismo dedefensa propio de las plantas, pensás.

“Cuando lo que se ha vivido resultaterrible”, escribe Lia Colombino en el texto de sala, “es mejor que la piel seaparte”. Hay que volverse vegetal, se te ocurre, mientras contemplás la muertede las angiospermas. Pobres mis plantas, pensás. Pero luego viene el consuelo:No, te lamentes. Las plantas no sienten.

 

REFERENCIAS

COLOMBINO,L. Historia Natural. Texto de sala.2016.