Ocultarse en el lenguaje

ACERCA DE LA ARTISTA

Buenos Aires, 1956. Vive y trabaja en Asunción desde 1978.

Ha realizado exposiciones como “La Filiación”, Galería Fábrica, Asunción (2004) y "Sin título”, Centro Cultural de la Ciudad, “Casa Castelví”, Asunción (2005) y en la Galería Fernando Guerao, Murcia, España (2006).

Obtuvo el Premio Accésit, Certamen Iberoamericano de Pintura 2004, organizado por Aerolíneas Argentinas. Muestra de obras premiadas y seleccionadas en el Centro Cultural Borges, Buenos Aires, Argentina. En 2005 su obra fue seleccionada para el VI Premio de Pintura del Aula de Artes Plásticas de la Universidad de Murcia. Exposición de obras premiadas y seleccionadas en el Centro de Arte Palacio Almudí, Murcia, España. En 2007 participa de artDC, Washington D.C., USA., representada por Galería Fernando Guerao.

Ha formado parte de las muestras colectivas “Paraguay esquivo” con curaduría de Adriana Almada, Centro Cultural Recoleta, Buenos Aires en 2007; Art International, Zürich, Suiza, representada por Galería Fernando Guerao; en Larissa Jinémenez/Planta Alta, Asunción, en 2008; “Carne” curada por Osvaldo Salerno, Museo del Barro/Centro de Artes Visuales, Asunción, en 2010; y en 2016 “Diferentes”, Centro Cultural Paraguayo Americano. Exposición colectiva curada por Osvaldo Real Torres.

SOBRE LA MUESTRA

Fragmento del texto curatorial, por Lia Colombino

Ocultarse en el lenguaje ha sido, es, una de las estrategias de sobrevivencia del ser humano. Decir otra cosa para no mentar, no llamar algo que tememos y que creemos aventar con el silencio. Ese silencio anida en el interior de un fantasma, entendido este como aquello que nunca cesa de no aparecer, y por tanto, amenaza con su presencia porque nunca está totalmente ausente.

Sara Hooper decide con esta muestra, decir lo que no solemos decir, y contrarrestar la metáfora con el trazo. Un trazo lleno de voluptuosidades, lleno de pliegues, lleno de visceralidad, también. Sara Hooper, hace seis años, dibuja tumores. Y con estas formas de lo que generalmente no mentamos, busca llamar aquello que se intenta repeler. Tener la serpiente cerca, conocer lo que atemoriza, y amigarse, casi.